Impactando positivamente la vida de los estudiantes
Los paquetes escolares y los proyectos educativos de CCM preparan a los estudiantes para el futuro
Brand-new school supplies bring smiles to children everywhere. New notebooks, colored pencils, pens and rulers hold the promise of new possibilities and new learning and, ultimately, a better life.
School kits packed by supporters like you provide these essential supplies and more. Your support also helps to meet other educational needs of students and communities around the world.
Burundi

Los paquetes escolares son mucho más que un regalo especial de regreso a clases. Son una necesidad para los niños de Burundi que son huérfanos y viven en familias que no pueden costear útiles escolares.
Las bolsas de tela, cosidas por voluntarios, a menudo también se usan como mochilas.
Help Channel Burundi, socio de CCM, distribuye los paquetes escolares a 60.000 niños durante tres años. Al intervenir con estos paquetes, se reducen los abandonos escolares y aumentan las oportunidades educativas.
Líbano

¿Un insecto es un ser vivo o un ser inerte? Los niños de preescolar del Centro Comunitario de Tahaddi, en el sur del Líbano, utilizan sus capacidades de observación y razonamiento, sus habilidades sociales e incluso sus conocimientos de inglés para clasificar los juguetes por categorías.
Estos niños reciben educación preescolar gratuita gracias al apoyo de CCM y su organización asociada. Muchas de sus familias fueron desplazadas de sus hogares por la guerra, la violencia o la pobreza, por lo que necesitan apoyo adicional para prepararse para la escuela primaria pública en el Líbano.
Sudán del Sur

Emmanuel Malou y Samuel Makur, alumnos de la Escuela Primaria Saint Mary en Sudán del Sur, comienzan a usar sus cuadernos nuevos de los paquetes escolares de CCM mientras escuchan a su maestro. El contenido de un solo paquete escolar podría costarle a una familia más de un mes de salario, y aun así, serían productos de menor calidad.
Hellena Nyandur Maria, compañera de escuela de Emmanuel y Samuel, dice que los paquetes escolares ayudan mucho a los alumnos. "Cuando no tienes uno, no puedes venir a la escuela y aprender. No puedes sentirte cómodo en clase".
En un país con una de las tasas de analfabetismo más altas del mundo, los socios de CCM también motivan a los estudiantes a permanecer en la escuela, ofreciendo almuerzo a los más pequeños. Las niñas mayores reciben productos de higiene menstrual, y algunas aprenden a coserlos, lo que aumenta la probabilidad de que las niñas asistan a clases de forma constante.
El año pasado, CCM envió 24.640 paquetes escolares a Sudán del Sur, más que a cualquier otro país.
Cuba

En julio de 2025, CCM envió kits escolares a Cuba por primera vez. Abigail Hernández Machado, de 5 años, que comenzará el primer grado este otoño, y su hermano, Aarón Hernández Machado, de 4 años, fueron de los primeros en usar uno. Su madre, Claudia Machado Cruz, y los niños asisten a la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Palmira. Los líderes de la iglesia repartieron los kits escolares de CCM de modo que cada niño recibiera algunos artículos para apoyar su aprendizaje. Cuba atraviesa una prolongada crisis económica que dificulta a las familias la compra de artículos esenciales, como útiles escolares.
Afghanistan

In Afghanistan, where girls are only allowed to attend school through sixth grade, MCC is supporting practical computer training for girls from fourth grade onward. These skills could make it possible for the girls to continue their education online or to get jobs. The project also narrows the learning gap with boys, who can continue their education in school or get private technology training.
The two centers offering this training can teach 80 girls per quarter. The classes, which are taught by women, are approved by the Ministry of Education, the community and the girls’ parents. Names of the girls, the partner organization, the school and its location are withheld for security reasons.
Ethiopia

Samueal Hayelom smiles after receiving an MCC school kit in 2024, at a school near where he lives in the Tigray region of Ethiopia. Many children couldn’t go to school for several years because a war in Tigray made it too dangerous. As children gradually returned to school, the kits were especially helpful because parents were out of work and prices were really high as a result of the war.
Meserete Kristos Church Development Commission (MKCDC), a Mennonite church partner, distributed 15,000 kits to 65 schools in Tigray last year. This year, MCC is sending 15,400 more kits. Political tensions are increasing in Tigray again, after the 2022 ceasefire. Photo courtesy of MKCDC
Ukraine

Estos niños de preescolar participan en una actividad para identificar verduras en el Centro Derechos para la Vida de los Niños, cuya misión principal es atender a niñas y niños con necesidades especiales en Zaporizhzhia. El centro continúa brindando atención a pesar de los bombardeos periódicos del ejército ruso en la ciudad.
Ucrania carece de un sistema de servicios públicos colectivos de rehabilitación y asistencia social para niños menores de 6 años, y las escuelas públicas enfrentan dificultades para ofrecer educación especial. Pero en el centro, los niños discapacitados tienen acceso gratuito a rehabilitación, preparación para la escuela primaria, educación básica y media a bajo costo, así como formación profesional.
El Centro Derechos para la Vida de los Niños también está educando a algunos hermanos de sus alumnos y a otros niños desplazados, ya que la mayoría de las escuelas públicas de Zaporizhzhia sólo pueden funcionar en línea debido a los constantes bombardeos en la ciudad. Incluso los niños sin discapacidades o necesidades especiales pueden sufrir retrasos académicos, en su desarrollo, en lo social o en lo psicológico, ya que no han podido asistir presencialmente a la escuela desde 2020 debido al COVID-19 y a la guerra.
Bangladés
Imagínate ir a la escuela y escuchar a los maestros usar una lengua que no conoces bien. Raj Hasda, al frente, creció hablando mahali, la lengua de su cultura originaria en Bangladesh. Sin embargo, en la escuela pública se espera que todos los niños aprendan en bengalí.
Así que todas las mañanas, Raj y sus amigos, entre ellos Shimul Marandy, asisten a la escuela primaria pública. Por la tarde, Raj participa en un programa de educación multilingüe, donde continúa desarrollando su alfabetización en su lengua materna y fortalece las habilidades necesarias para estudiar en la lengua nacional.
CCM apoya 27 programas multilingües en Bangladesh para niños de cuatro pueblos originarios. Los niños santal se benefician de centros preescolares ya establecidos, de dos años de duración, donde el primer año el profesorado les introduce en las actividades escolares en su lengua materna y, en el segundo año, hacen la transición al bengalí.
Como resultado, más niños de pueblos originarios están teniendo éxito y continuando su educación, mientras mantienen su propia cultura y dignidad. Foto CCM/James Kisku
Pie de foto superior: En la Escuela para Refugiados de Eritrea, en Egipto, los niños van camino de ser trilingües, aprendiendo el currículo en árabe, tigriña e inglés. La escuela, que atiende a refugiados de Eritrea, ofrece clases desde preescolar hasta octavo grado. Como tantas otras escuelas para refugiados en El Cairo, esta escuela es un testimonio de la enorme voluntad y energía colectivasde las comunidades refugiadas para brindar educación a sus hijos. St. Andrews Refugee Services (StARS), organización asociada de CCM, colabora con escuelas comunitarias como la Escuela para Refugiados de Eritrea para ofrecer capacitación docente y entornos de aprendizaje que favorecen el desarrollo de la niñez. Foto de CCM/Roger Anis